Situaciones

Capilla de Luis de Lucena

La escena de la hostería del Laurel se ha alternado de localización entre la plaza anexa a este monumento y el entorno de la Concatedral de Santa María.
Fue en 1540, justo en la época en la que Zorrilla sitúa la acción del Tenorio, cuando el doctor Luis de Lucena, humanista, médico, y eramista, hizo elevar este monumento a la espiritualidad. Clasicismo en la persona y mudéjar en la obra, simbiosis para el inicio de un peregrinar, el de Don Juan, por el amor y la muerte.
Iglesia Concatedral de Santa María
Escena: Hostería del Laurel
Al amparo del atrio de Santa María de la fuente mayor, Concatedral de Guadalajara, iglesia construida probablemente de nueva planta por mudéjares aunque sobre espacio que ocupo una mezquita árabe, comienza Don Juan sus andanzas por el amor y la muerte. Muy cerca de Santa María tuvo el Cardenal Mendoza, figura clave en la España de los Reyes Católicos, su palacio.
Palacio de la cotilla
Exterior de la casa de Doña Ana de Pantoja.
Los Marqueses de Villamejor levantaron su palacio de ladrillo y aparejo de piedra en el siglo XVIII. Rejas para enmarcar las burladas damas y empedrados para destreza y desafíos. Entre ovillejos nos llega el aroma del jardín romántico de la mansión, mientras que la cercana y sobria presencia del Convento de las Carmelitas de San Jose, preludia cantos monjiles calle museo adelante.
Claustro del Convento de la Piedad
Celda de Doña Inés
Equilibrio de la belleza sencilla de las formas que anuncia el frescor del Renacimiento castellano que aquí, quizás, sembró Lorenzo Vázquez. Palacio de Don Antonio de Mendoza, convento luego también de la mendocina Brianda de Mendoza, une pasiones terrenales y anhelos espirituales de la novicia doña Inés, que va a ser raptada por Don Juan entre la azulejería Sevillana del claustro. Rumor, entre lamparillas, de rezos y cantos.
Patio de los leones del Palacio del Infantado
Quinta de Don Juan
En la memoria de la piedra viva del Palacio del Infantado, toda una síntesis de la historia y el arte en Guadalajara en el solar de los Mendoza. Símbolo de la ciudad para la escena más popular del Tenorio, la llamada “del Sofá”. Leones, tovas y escudos, imaginados por Juan Guas, vuelves a ver el paso del amor y la muerte condensado en un instante: el Diablo ha estado a las puertas del cielo.
Iglesia de los Remedios
Aposento de Don Juan
Don Pedro González de Mendoza, obispo de Salamanca y destacado teólogo en Trento, fundo aquí colegio de doncellas, y Acacio de Orejón le dio elegancia renacentista , en el último tercio de XVI. Sobre el sepulcro del fundador, la rica mesa de Don Juan, que al cenar ha convidado a los muertos. La ingravidez de la capilla mayor, convoca la presencia de la estatua de Don Gonzalo.
Iglesia del Convento de la Piedad
Panteón de la familia Tenorio
Alonso de Covarrubias amo aquí la piedra en plateresco. Entorno de luz y sombras, de frondosidad para el misterio, de instantes y eternidades. Hojas, sin tramoya, que arrebata el viento. En la portada, entre escudos mendocinos, la escultura de un grupo de La Piedad, con San Juan y la Magdalena, contempla la sombra de Doña Inés, que invoca la Misericordia de Dios y el triunfo del Amor. Con mayúscula.